Las Federaciones Española y Canaria de surfing en defensa de las olas

Desde la Federación Española y Canaria de Surfing, queremos mostrar nuestro apoyo al trabajo que el colectivo del surf está desarrollando en defensa de la ola de Punta Blanca (Tenerife), así como sumarnos a la reflexión en torno al valor patrimonial, ambiental y deportivo que representa esta zona para el surfing canario y nacional.

Punta Blanca: Patrimonio del Surfing Canario y Nacional

El surfing español vuelve a alzar la vista hacia otra zona de práctica que se encuentra expuesta a procesos de transformación debido a la ejecución de proyectos de gran envergadura. En este caso, hablamos de la legendaria ola de Punta Blanca, en el suroeste de Tenerife.

Nuestro colectivo tiene aún mucho trabajo por delante para ilustrar al resto de la sociedad —especialmente en lo que al reconocimiento administrativo se refiere— sobre el verdadero valor de una rompiente en un territorio. Es fundamental que sepamos cuantificar técnica y objetivamente nuestras zonas de práctica, para así comprender cómo podrían verse afectadas por la ejecución de posibles proyectos.

En este contexto, lo que está haciendo actualmente el colectivo del surfing en Punta Blanca representa un ejemplo de liderazgo. Clubes como el Club de Surf Punta Blanca, el Club Wave Legends, deportistas, practicantes, la federación autonómica y diferentes agentes —tanto colectivos como individuales— trabajan activamente para instruir y concienciar sobre el valor patrimonial de esta ola, así como sobre sus implicaciones ambientales.

A través de argumentos técnicos, se cuestiona el propósito del Proyecto Underwater Garden, como se recoge en documentos como el Manifiesto en Defensa de la Costa de la Isla de Tenerife: No al Proyecto Underwater Garden o el propio manifiesto de la Federación Canaria de Surf, donde se exponen razones de peso que ponen en duda la coherencia de un proyecto que afectaría a 17 hectáreas en las inmediaciones de la ola, incluyendo zonas de Dominio Público Marítimo.

Existen contradicciones de fondo, como hablar de “regeneración ambiental” mediante la artificialización de suelo rústico para instalaciones de uso turístico intensivo, o la creación de un Dive Hub en una zona con alta exposición energética por oleajes. A ello se suma el uso del término “sostenibilidad” como argumento para promover el consumo.

El proyecto, concebido inicialmente para reactivar el turismo tras la pandemia, plantea una ordenación territorial que no contempla el valor ambiental, cultural y deportivo de la ola de Punta Blanca, ni el uso real que de ella hace la población local. La presión turística en las Islas Canarias a día de hoy es una cuestión de competencia insular, pero también de creciente preocupación a nivel nacional.

 

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